¿Por qué se unió al viaje?

El motivo.
Su luna de miel, ese viaje con el que toda mujer sueña desde que es una niña. Sin embargo, el verdadero regalo de nupcias lo recibirá cuando se cobre la vida de su rival, que viaja a bordo del mismo tren. El de Della es un viaje planeado que va mucho más allá del placer, pese a que no va a negarse disfrutar del mismo, que para algo ha pagado el pasaje.

La historia.
─Normandía corre por sus venas, aunque jamás llegaría a ver sus imponentes paisajes, y es que Della nació en Londres, Inglaterra, fruto de la relación de una pareja de inmigrantes franceses que cruzaron el canal con aspiraciones de un futuro mejor. Cuánto se equivocaban, especialmente teniendo en cuenta que debían alimentar nada más y nada menos que otras cinco bocas, de las cuales Della fue la tercera ─y única fémina─.

─Lejos de ser la princesa de la casa, Della trabajó tanto ─o más─ que sus hermanos para ayudar en casa. Una casa en uno de los barrios marginales y desprovistos de esperanza de la ciudad. Della asistió, de forma intermitente, al colegio. Por supuesto, eso significó que no fue capaz de leer y tampoco escribir con fluidez hasta bien entrada la adolescencia, aunque eso jamás significó que fuese una ignorante.

─Su relación con Vito empezó antes de cumplir la mayoría de edad y de forma paralela lo hizo su carrera como criminal. Pese a que empezó con pequeños hurtos, tareas organizativas y demás, poco a poco sus habilidades fueron demostradas, así como su sangre fría a la hora de las ejecuciones. De hecho, fue Della quien quedó a cargo de los negocios ilícitos de su pareja cuando éste ingresó en prisión, y durante dos años fue dueña y señora del cotarro. Dos años que se le hicieron eternos y en los que no dejó de visitarlo a diario. Al fin y al cabo, Carlo siempre había sido el hombre de su vida. Y sí, lo echaba de menos.

─Cuando él obtuvo la libertad, Della volvió a su puesto como segunda al mando, casándose poco después. Fue entonces cuando empezó a elucubrar sobre la forma de deshacerse de la competencia y anunciada en un gran letrero encontró la solución a su problema. El Orient Express.

¿Cómo describirías a Della?

Superviviente. Dícese de la persona que logra sobreponerse a los obstáculos y dificultades que la vida de le pone delante. Cuidado, puede presentar secuelas.

La vida de Della nunca fue fácil, así que para poder salir de ella tuvo que reforzar su carácter, construirse una armadura de carne y hueso y dejar atrás el rebaño de ovejas para convertirse en un lobo. Perseverante, determinada y orgullosa, sabe como imponerse al resto sin tener que recurrir necesariamente a la violencia, cosa que hace si la situación lo amerita, todo hay que decirlo. Al criarse en las calles y con cuatro hermanos, Della no solo sabe lo que es pasar penurias y de lo que es capaz un ser humano cuando la necesidad aprieta, sino que puede sacarse las castañas del fuego ella solita, resultando ser alguien independiente y resolutiva. Sin embargo, crecer en una gran familia le ha hecho acostumbrarse a estar rodeada de gente, a tener personas por las que preocuparse y cuidar. Sí, se preocupa ─y mucho─ por los suyos y, pese a las apariencias y su ocupación, no es un monstruo. Quiere, siente y padece, a veces más de lo que debería.

Estudiante de la vida que cuenta su saber por experiencias, experiencias que le han llevado a ser alguien no solo paciente, sino también de sangre fría. Organizada y responsable, antes se consume por dentro que dejar a otros hacer lo que considera su trabajo. Bastante terca, pero de sonrisa fácil para aquellos que saben como sonsacársela. Competitiva y de fuerte temperamento, Della es de esas personas que nadan en el rencor y las ofensas hasta quedar extasiadas y, solo entonces, se dejan llevar a la orilla desde donde maquinan su venganza. Y a malas es mezquina, cruel y consigue dejar la humanidad a un lado ─aunque de vez en cuando, y solo de vez en cuando, se plantea si el camino turbio era el que debía tomar─.